"Hay una valoración importante de la sociedad hacia la universidad. Si bien se está en un momento difícil, algunos de los reclamos de las universidades se han visto tergiversados, pero la situación critica es real. La gente debe entender que la UNER tiene un efecto sobresaliente para la región y un impacto muy grande en muchas cuestiones", destacó Dorati.
"Estamos contentos con el amor que expresa la sociedad hacia la universidad, aunque preocupan ciertos ataques", manifestó y cuestionó los argumentos libertarios sobre falta de controles y auditorias en las casas de altos estudios: "tenemos un portal de transparencia mejor que los de varios gobiernos".
Otra parte del mensaje es "te apoyamos electoralmente, pero hasta acá te acompañamos, hay limites que no se deben sobrepasar. El martes, los universitarios dijeron hasta acá", enfatizó José Dorati.
En esa línea describió que "el sistema universitario público compuesto de 62 casas de altos estudios cuenta con 2 millones de estudiantes. A ellos, se sumaron las familias y los grupos sociales que respaldaron las marchas. En ciertas facultades, como la nuestra, no está tan presente el hábito de marchar o movilizarse, sin embargo, es histórica la capacidad de movilización que se demostró el 23 de abril".
Otras huellas de la crisis son los aumentos en las tarifas como la electricidad o la vigilancia policial; los viajes de formación profesional están congelados; no se pudo nombrar mas docentes y los sueldos se han quedado muy lejos ya que entre diciembre y abril perdieron hasta un 40 por ciento", ejemplificó.
