Quizás pocos artistas en la actualidad generan en el público lo que despierta el bahiense Abel Pintos. Dos días antes de su actuación de esta madrugada ya había público ocupando los primeros puestos frente al escenario con sus sillas desde donde corear cada canción, suspirar con cada gesto y sonreír con las miradas cómplices del joven cantante.
Abel Pintos logró una convocatoria multitudinaria estimada en 70 mil personas en la Costanera. Así se acercó al récord de 170 mil asistentes a la "misa ricotera" que el Indio Solari armó en mayo de 2014 en Gualeguaychú. Aquella noche llegar al Hipódromo fue complejo, hoy pasó lo mismo con la Costanera.
La cuarta noche de la sexta edición de la Fiesta Provincial del Pescado y Vino Entrerriano ofreció una treintena de puestos gastronómicos, locales de los viñedos de la región y stand de cervezas artesanales que vendieron gran parte de los productos que ofrecían en filas interminables por momentos.

Más allá estuvieron como presencia los puestos de las áreas municipales "vendiendo" sus actividades. Los dos nodos de atención del Hospital Centenario concretaron múltiples atenciones a pacientes y algunos requirieron traslados en ambulancias hasta el nosocomio. Bomberos, Prefectura y Defensa Civil cuidaron de los asistentes en el predio mientras que la Policía reforzó la seguridad en las adyacencias de Costanera.
Pero lo esencial sucedió sobre el escenario de impecable factoría técnica tras los inconvenientes de la noche de apertura. El arranque lo realizó la banda Al sur del sur, le siguió Yo te avisé y dos voces bellas del cancionero local: Noelia Recalde - que actuó sola con su guitarra-y Ornella Taffarel.

Entonces fue el momento de la nueva actuación de uno de los más grandes cantautores del país, Víctor Heredia, que se tomó revancha de la edición 2022 cuando tocó a las 3 de la madrugada en una fría noche a la que se quedó poco público.
El folclore de la región lo trajeron los integrantes de Brisas Inmigrantes desde Aldea San Antonio que dejaron paso a la actuación de la murga oriental La Trasnochada.

Con el son del carnaval resonando en los oídos y una luna brillante que no se quería perder el recital, Abel Pintos se apoderó de miles de almas y las conmovió con su voz, su talento, empatía y simpleza. Cantó los clásicos y las nuevas composiciones en un recital que sonó muy bien y que se extendió por varios bises hasta más allá de las 2 de la madrugada.
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