“Invitamos a la gente a que se sume por nuestros hijos y nietos, porque el planeta tierra es la única casa que tenemos”, afirmó Cristina Limba a la agencia AIM.

Este domingo “se hará el tradicional abrazo al río Uruguay que -ante las condiciones post pandemia- se realizará con una caravana de autos”, indicó Limba, quien precisó que “la convocatoria es a las 16 en el paraje histórico y cultural de Arroyo Verde y de ahí se irá hasta el puente internacional y, luego, se regresará a Arroyo Verde donde se hará, como todos los años, la oración ecuménica y se leerá la proclama”.

La convocatoria “es a toda la comunidad, para que todos los vecinos se sumen a este encuentro que es parte de una lucha de casi dos décadas, cuando nos dimos cuenta que se venía una situación muy difícil para la zona que era la instalación de pasteras, ya que la idea era convertir este territorio en una cuenca pastera, ya que se pensaba instalar entre siete u ocho empresas similares a la que hoy funciona, todavía, que es Botnia-UPM”.

En ese sentido, recordó: “Nos comenzamos a dar cuenta del proyecto que tenían porque hubo un trabajo previo de forestación en la zona pero nadie lo relacionaba con este tipo de emprendimientos y ahí Gualeguaychú comenzó a movilizarse de forma pacífica pero de manera enérgica e importante y fue gracias a la lucha de Gualeguaychú que Ense se fue pero ahora está el proyecto UPM II sobre el Río Negro (en Uruguay), por lo que la contaminación irá al río Uruguay, pero el contexto es distinto porque ahora es el pueblo uruguayo el que dice que no, porque los habitantes de la zona se dieron cuenta que lo que Gualeguaychú viene pregonando desde hace 20 años no es mentira”.

Al respecto, remarcó que hay que “tratar de hacerle ver a nuestro gobierno y al mundo entero que Gualeguaychú no aceptará y sigue diciendo no a emprendimientos contaminantes, que no es solo UPM sino a toda iniciativa contaminante o altere la vida en nuestra zona”, remarcó la activista.

Por eso marchar expone que Gualeguaychú “no afloja y manda un mensaje claro en defensa de la vida, que, lamentablemente, no siempre es escuchado en la medida que se quiere y un ejemplo es cuando se derogó la Ley de la madera que prohibía la exportación de royos de madera sin valor agregado fuera de la provincia (que apuntaba a no abastecer a nuestro enemigo que estaba enfrente y, en segundo lugar, generar mano de obra y fuentes de trabajo con el valor agregado)”.

“No nos resignamos y estamos dispuestos a seguir luchando por la única casa que tenemos que es el mundo, porque el de arriba nos está dando mensajes de que tenemos que cuidar el planeta tierra”, aseguró.
Medioambiente
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