En tanto, y tal como estaba previsto en el compromiso de obra, se trabaja en la reparación de veredas y recomposición de las trazas. Esto significa, por ejemplo, dejarlas como estaban al momento de cavar y las roturas que se hicieron oportunamente.
“Tapar todo lo que se rompió y hundió, más la reparación del excedente, para luego dar inicio a las pruebas de hermeticidad de la cañería”, acotaron desde la empresa.
Ese es la última tarea, donde se trabaja en las pruebas de los caños instalados, más el repaso total donde se revisa minuciosamente el estado general del trabajo terminado y que los frentistas den su conformidad.