Juan Ignacio Olano, concejal de Juntos Cambio

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Las insólitas prioridades del intendente Piaggio

Antes de fin de año la Municipalidad de Gualeguaychú adquirió un nuevo vehículo 0 Km para engrosar su flota: se trata de un Chevrolet Cruce 4P LTZ AT, por un total de $ 8.200.000. Este auto se agrega a los que ya cuenta el Ejecutivo Municipal que son un Nissan (2019); Ford Focus (2015); Ford Focus (2012) y Renault Megane (2011).

En verdad resulta difícil comprender donde radica la necesidad de seguir aumentando la flota vehicular en tiempos donde la racionalización del gasto público debiera primar ante todo. Que hoy esta gestión cuente con una importante cantidad de recursos producto de la recaudación por Tasas Municipales y de la Coparticipación, no habilita a otro gasto superfluo que no deja de ser un privilegio para el intendente y algún secretario. O tal vez en tiempos de campaña se necesite viajar cómodo. Vaya a saber.

No podemos obviar que las Tasas que pagamos en Gualeguaychú son las más caras de la provincia. Es más, para 2023 se prevé un aumento del orden del 92 %, por lo que resulta claro que lejos estuvo en la cabeza del intendente el hacer recortes en las erogaciones no necesarias, ya que este nuevo auto -y vaya a saber cuántas cosas más- se pagarán con el aporte de los contribuyentes.

Definitivamente algunas cosas no están del todo esclarecidas en la cabeza del mandatario comunal: la tremenda crisis económica que atraviesa el país; media Argentina sumergida en la pobreza; problemas de nutrición en nuestros chicos que les socava el futuro; una malísima prestación de servicios a la comunidad con barrios sin presión de agua y calles intransitables; un Ecoparque que se parece más a un basural a cielo abierto y que está comprobado que contamina; la indiferencia ante el estado y funcionamiento de los geriátricos; entre tantos ejemplos más indican que nuestro intendente ha perdido definitivamente el anclaje con la realidad.

Comprar un nuevo auto para la Municipalidad excede el hecho del gasto de más de 8 millones de pesos. Marca el desenganche con los problemas reales de la gente, de sus necesidades y postergaciones. Por ejemplo, presupuestos de cifras millonarias para el personal de áreas que no le cambian en nada la calidad de vida a la gente, es sólo un caso de una gestión que se mira el ombligo y piensa electoralmente, pero ha perdido la sensibilidad necesaria para llevar adelante un gobierno que debiera ser de todos.

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