El fallo de este premio, dotado de cien mil dólares, se conocerá durante la Bienal, que se realizará en la ciudad de Guadalajara (México), del 23 al 26 de septiembre, bajo el lema “La literatura, último refugio de la libertad”.
De un total de 412 novelas presentadas, el listado de finalistas se completa con la española Olga Merino (La forastera), el uruguayo Fernando Butazzoni (Los que nunca olvidarán), la mexicana Carmen Boullosa (El libro de Eva) y el español Juan Tallón (Rewind).
El jurado presidido por la escritora y periodista argentina Leila Guerriero elegirá cinco novelas, cuyos autores participarán de las actividades de la Bienal, organizada conjuntamente por la Cátedra Varga Llosa y la Fundación Universidad de Guadalajara.
“Me pone muy contenta la nominación; quedar en esta primera lista larga, entre cuatrocientas y pico de novelas de toda América Latina y España, ya me parece que es un gran logro para la novela”, dice Almada sobre No es un río, que cierra su trilogía de varones que comenzó con El viento que arrasa y continuó con Ladrilleros. La muerte inesperada de Eusebio es el fantasma con el que tienen que lidiar sus amigos, Enero y el Negro, en una trama narrativa que alterna el pasado y presente. La revelación de un secreto, interpretado como una traición desde la perspectiva masculina, desata la tragedia.
Por otro lado, Dolores Reyes, en su primera novela Cometierra, narra la historia de un personaje que traga tierra y tiene una visión: su padre mató a golpes a su madre. A “cometierra”, como la llaman a la protagonista, la tierra le habla de las mujeres que fueron brutalmente asesinadas en el conurbano bonaerense.
“Quise construir un universo y unos personajes de una zona en particular que yo sentía que estaba absolutamente ausente en la literatura –reflexiona la escritora–. Que esas voces que están en Cometierra hayan llegado a esta instancia significa que van a ser escuchadas; que van a llegar a un público lector que le va a dar una chance a un libro de una autora nueva y para ellos desconocida como yo, y van aventurarse a una experiencia de lectura que creo que puede ser transformadora”.
Fuente: Página 12