“Tengo dos hijos, soy divorciado, trabajé en el ámbito privado y eso creo me permitió incorporar un enfoque distinto, y tener empatía con sectores que no pertenecen al ámbito público. Mi padre era médico y ejerció en La Plata y por eso nací ahí, pero desde chico me fui a vivir con mi familia a Gualeguaychú”, dijo al iniciar la audiencia ante la Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos del Senado.
Al recinto asistió buena parte del STJ. Portela expresó ideas sobre el funcionamiento del Poder Judicial en Entre Ríos, en relación a otros poderes judiciales provinciales, reconoció el descrédito social sobre la imagen pública del Poder Judicial y diferenció el concepto mediático y social de “la Justicia” respecto de “los doce jueces de Comodoro Py”. Aseguró que los jueces del fuero de Familia están “desbordados” y que están trabajando en condiciones “inhumanas”. “De mañana llevan adelante cinco o seis audiencias y de tarde dictan sentencias, entre otras tareas. En los pueblos más chicos las personas saben que los jueces de familia van sábados y domingos a trabajar”, manifestó.
“Tuve la suerte de conocer otros poderes judiciales. El Poder Judicial de Entre Ríos es una isla, un paraíso. Se trabaja muchísimo, se trabaja bien. He visto en el STJ una cantidad de trabajo impresionante. Uno no imagina tanto volumen de trabajo. Hay que diferenciar la carga del gobierno judicial y la parte jurisdiccional del trabajo”, marcó y reafirmó: “Creo que el Poder Judicial de Entre Ríos funciona muy bien, siempre se está en necesidad, eso es algo inevitable. Pero la administración pública nos responde muy bien en cuanto a pedidos y planteos, no todos los problemas se solucionan con dinero”.
El fuero de Familia, desbordado
Así lo subrayó Portela. “El fuero de familia está desbordado por cuestiones de familia, por cuestiones de salud mental, de consumo”, dijo, en referencia a problemáticas sociales frecuentes.Refirió a un proyecto de “apoyo para deslindar lo administrativo de lo jurisdiccional”. “Los jueces de Familia tienen cinco o seis audiencias por la mañana y de tarde dictan sentencias, más otras cuestiones. Habría que lograr (no lo plantee a los colegas porque soy interino), deslindar en el STJ lo que es administración de la cuestión jurisdiccional también”, consideró.
“Me preocupa mucho el descrédito del Poder Judicial”
“Una de las cosas que me motiva a trabajar es el descrédito del Poder Judicial, es mi mayor preocupación. Cada dos o tres meses se presentan encuestas sobre la imagen y siempre está el Poder Judicial a la cabeza, por lejos. Eso me preocupa mucho. Quiero modificar eso, involucrarme con gente que esté en la misma sintonía que yo. Quiero que la gente vea que se trabaja mucho y bien. No somos Suiza, pero hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Y el Poder Judicial de Entre Ríos es de lo mejorcito que tenemos en el país. Hay provincias que son desoladas en el tema justicia, esa confianza que tiene el ciudadano entrerriano depositada en la justicia, es un capital que no podemos desperdiciar”, opinó.Otro aspecto es que veo con tristeza es la idea de la Justicia, se engloba todo bajo el concepto de Justicia y no es lo mismo que Comodoro Py. Hay 17 mil jueces en todo el país. Lo que causa tristeza es ver cómo se habla de la Justicia como si todo fuera Comodoro Py que son sólo doce jueces”, diferenció.
“Entre Ríos es un ejemplo porque no hay pueblito donde no haya servicio de Justicia. En Las Cuevas ahora están pidiendo un Juzgado de Paz y lo estamos viendo, es una cuestión que se analiza. Me causa tristeza ver eso porque soy consciente de que hay gente que se levanta todos los días a tratar y hacer lo mejor posible. Entre Ríos está cerca de ser un ejemplo en el concierto de poderes judiciales del país”, subrayó.
“Al momento de dictar sentencia, se hace un cuello de botella”
Portela respondió una consulta del senador Armando Gay (Frente Creer – Concordia) sobre la oralidad en el fuero de familia. “La oralidad es un sistema virtuoso, es el juicio por audiencia. Se reciben declaraciones de testigos, se reciben pericias, las partes alegan y el juez puede dictar sentencias sencillas, sin muchas citas, lo puede hacer de forma oral pero tiene un plazo de diez días y, al momento de dictar sentencia, se hace un cuello de botella muy grande en el cargo de juez”, describió.“Esa crítica que hice en 2018 se palpa hoy en día. El juez de Familia está toda la mañana tomando audiencia y de tarde dicta sentencia. No es raro ver a los jueces de Familia trabajando los sábados y domingos, es inhumano ver hoy a los jueces de Familia trabajando. No estoy en contra de la oralidad pero debe venir soportada por más infraestructura, más jueces”, remarcó. “Esa es mi opinión de la oralidad, no estoy en contra”, acotó.
También refirió a la a virtualidad y dijo que “ayudó mucho”. “La veo con buenos ojos porque favoreció la profesión. Antes todos los abogados debían ir a las oficinas a presentar escritos ahora se envía de modo virtual y hasta las audiencias son virtuales. El sistema es bueno, falta infraestructura”, subrayó.
Consejo de la Magistratura
Opinó favorablemente sobre las reformas en el Consejo de la Magistratura. “Creo que las universidades públicas tienen que ser locales. Además la cuestión de género es muy buena, la paridad y que se tengan en cuenta las tareas domésticas y de cuidado que hacen las mujeres. También el banco de casos es muy interesante y va a transparentar ciertas cuestiones. Nos está costando armar el banco de casos. Pero bueno, se hará”.“Fui primero en el Concurso 251 del Consejo de la Magistratura. No llegué a ocupar el cargo porque me llamaron por la jubilación del querido doctor Juan Ramón Smaldone. El Consejo de la Magistratura es una joyita que debemos cuidar. Las reformas están bien y si hay que corregirlas, se corregirán”, cerró.
Fuente: Análisis Digital.
