Con el proyecto “Oyé nden (guarda memoria en Chaná) una imagen en donde reconocernos” se invita a reconocerse en este espejo mestizo que nos define como pueblo.
"¿Nos animamos a pensarnos originarios en una provincia que exterminó milenios de presencia aborigen hace tres siglos?, ¿Nos atrevemos a pensar a nuestros ancestros como tiernos con sus hijos, amigos de sus amigos, confidentes, divertidos, amorosos?, ¿O vamos a seguir repitiendo la imagen del indio sotreta, violento, despeinado y enajenado, recreado hasta el hartazgo en imágenes, libros y leyendas? y ¿Quiénes fueron nuestros olvidados abuelos?" se preguntan.
Además se invita a participar del sorteo en las redes sociales con las siete imágenes de la cultura chaná y se crearon anotadores.
Victoria Frigo y Paulina Lemes junto a Henchoz echan mano a lo que se conoce sobre la cultura chaná gracias a la enorme investigación de don Manuel Almeida y a los dichos de Blas Jaime para crear imágenes de la vida cotidiana de ese pueblo, de cariño familiar, charlas, mate compartido.
Se basan en lo hallado y documentado y algo fue imaginado para "representar a los abuelos indios en tiempos de paz, para cambiar el estereotipo de desprestigio indígena, abonado desde la Generación del 1880", exponen.
"Si hay ollitas de juguete, hubo niños sonrientes y tiernos. Si alguien les enseño las artes de la alfarería, es que hubo adultos amorosos y pacientes. Si hay armas de hueso talladas tan prolijamente, es que hubo hombres tranquilos y esforzados. Si hay arte en la decoración incisa, es que hubo mujeres artistas con inquietudes hacia la belleza".
Siete imágenes irán a todas las escuelas impresas en tamaño A4. También se repartirán señaladores y anotadores para que se conozca el proyecto.
Y para que el proyecto perdure, las imágenes quedarán colgadas en la web para su uso gratuito, destacaron.