Al sur de la provincia, en Islas del Ibicuy, funciona el establecimiento arenero El Mangrullo, propiedad de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que se ocupa de extraer arena sílica para la industria petrolera y particularmente con destino al yacimiento Vaca Muerta, ubicado en Neuquén. La arena se utiliza para el fracking, técnica de fractura hidráulica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo.

Preocupados por la actividad de esta planta arenera –y otras-, la Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios Públicos de Ibicuy fue a la Justicia con un recurso de amparo, y exigió que el Estado entrerriano brinde información sobre el impacto ambiental de estas práctica extractivas en el sur de la provincia.

Al respecto, hubo dos fallos favorables a la petición: el primero fue el 24 de diciembre de 2020, a instancias del juez subrogante de Villa Paranacito, Abel Alfredo Rodríguez; y el segundo fue el 18 de enero de este año, cuando el Superior Tribunal de Justicia (STJ) –con integración de feria- confirmó la sentencia de primera instancia.

En ambas resoluciones, no obstante, se declaró abstracto el pedido de información sobre el establecimiento El Mangrullo, puesto que el Estado hizo pública la información en una plataforma digital. Fue el único punto que respondió el Estado cuando la Cooperativa requirió información por la vía administrativa.

Ricardo José Luciano, abogado y apoderado de la Cooperativa de Agua Potable de Ibicuy, es quien aún sigue batallando en Tribunales para obtener toda la información ambiental sobre la actividad de las areneras. “La burocracia Estatal, las leyes, tienen como fin simular controlar para no controlar nada”, dijo el profesional.

El abogado explicó algunas contracciones que detectó en los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de la arenera El Mangrullo, de YPF. Al respecto, consideró que se trata de un estudio realizado por consultores contratados por la firma para “aprobar” los requisitos de admisibilidad. “Realizan un trabajo a medida de las exigencias estatales. Un dibujo”, afirmó.

En primer lugar, refirió que la Escuela Ejército Argentino Nº 30, de Ibicuy, se encuentra más cerca de lo que se informó oficialmente por la planta mencionada. “Según Google Earth se encuentra a 500 metros, en los EIA se informa que se encuentra a 1.000 metros. La gravedad de la cercanía de una escuela con la planta El Mangrullo de YPF S.A es de una gravedad excepcional, quién se va a hacer responsable de la salud de la comunidad educativa”, se preguntó.

También aseveró que en el informe de la planta El Mangrullo, sobre el uso del agua informan que “la extracción propiamente dicha no hace uso de este tipo de recurso” y que “para las necesidades de consumo del personal que desarrolla tareas en el sitio está (el agua) será provista por bidones”.

Sin embargo, señaló que existe un segundo expediente donde se informa que en el punto 4 “Módulo de Tratamiento de Efluentes (Espesados)” se indica que “el consumo estimado de agua total se calcula en 35 m3/hora por planta” y que “el volumen de efluente de la planta de lavado se estima en 35 m3/día, por el funcionamiento de las dos plantas”.

Además, marcó otra contradicción: “En la audiencia Publica llevada a cabo en la ciudad de Ibicuy, el 17 de septiembre de 2020, los representantes de YPF S.A., Daniel Mársico; el asesor ambiental y responsable EIA de YPF, Jean Piero Campo; Martín Arrospide, de Geología de YPF; Leonardo Pierrad, de Medio ambiente de la firma; y Gastón Di Florio, representante de Seguridad, Salud y Ambiente de la petrolera, informaron que la planta El Mangrullo extraerá de un pozo de 50 metros de profundidad 1.000 m3/hora”.

“En 24 horas extrae el equivalente al consumo de una ciudad de 120.000 habitantes. Ibicuy es una ciudad de 10.000 habitantes y consume diariamente 2000 m3 de agua”, graficó.
Contaminación
Ricardo Luciano también cuestiona la información sobre el uso de químicos para el proceso de extracción de la arena. “En el primer informe de Estudio de Impacto Ambiental nada se dice sobre el uso de floculantes. En el ítems “complementarios”, para sorpresa, se informa que se usarán 100 kilogramos por día”, advirtió.

El profesional explicó que los floculantes son productos químicos que se utilizan para separar la arena ultrafina sílica o de sílice con los demás componentes que acompañan su extracción. Internacionalmente se encuentran clasificados según su grado de nocividad. “Los floculantes, son: H302, que es nocivo en caso de ingestión; H312, que es nocivo en contacto con la piel; y H332, que es nocivo si se inhala”, precisó.

“Algunas de las enfermedades que produce el sílice o arena sílica son: alergias, congestión, bronquitis, asma, efisemas pulmonares, infecciones respiratorias y cáncer de pulmón”, señaló el letrado y agregó que “nada se sabe qué ocurrirá con ese veneno luego de su uso”.

“Es mala y contradictoria la información. ¿Se deberá a que quieren esconder lo evidente?”, finalizó el apoderado de la Cooperativa de Agua Potable de Ibicuy.

Fuente: Entre Ríos Ahora
Medio Ambiente y Producción Areneras Ibicuy
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