Los hombres fueron encontrados de cacería furtiva dentro de los terrenos que pertenecen a la Reserva existente en el establecimiento de campo pero sin contar con ningún tipo de autorización.
El trío tenía en su poder tres armas de fuego largas, siendo las mismas escopetas de calibre 16mm, de las que carecían de toda documentación legal exigida por la Ley Nacional de Armas y Explosivos. También poseían otros elementos como equipos de comunicación manual inalámbricos y cuchillos y proyectiles para las escopetas.
Los funcionarios intervinientes pasaron la noevedad a la UFI en turno, disponiendo la misma el secuestro de las armas de fuego y la munición. También la Fiscalía ordenó que los tres cazadores ilegales fueran correctamente identificados, quedando los mismos supeditadas a la causa por «el Delito de Tenencia Ilegal de Arma de Fuego en Flagrancia», acorde a lo establecido en el Artículo 189° Bis del Código Penal Argentino y a la Ley Nacional de Armas y Explosivos.