Juventud Unida no solo no ha ganado, ni siquiera empató o sumó un punto en lo que va del torneo. Lo peor es que no juega bien, no tiene reacción ante un gol en su arco y, por el contrario, su actitud y moral se cae al césped de la cancha. Eso le pasa a los jugadores "decanos" de local o visitantes. Pero las respuestas ante ese bajón anímico tampoco llegan desde la banca. Ni Acosta ni Fiorotto parecen encontrarle la vuelta al planteo de los rivales y tampoco potenciar la calidad de los jugadores del "Juve".
Hasta aquí, la comisión Directiva de Juventud no ha dado pistas de un posible cambio de conducción del equipo. Seguramente apostarán por darle tiempo a Acosta para revertir el panorama. Por lo pronto, la cuesta es complicada: Juventud está en descenso directo con 0 puntos y no tiene un fútbol claro que permita ilusionarse con dar vuelta de página rápido. Lo bueno es que tiene tiempo de cambiar porque aún le quedan 28 fechas al campeonato.