Ricardo Luciano, abogado ambientalista

Algo está cambiando

2022 me deja la sensación que algo está cambiando en la lucha por “gozar del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo” como dice el Artículo 41 de la Constitución Nacional.

Si bien es una lucha diaria, cuerpo a cuerpo, gracias al principio de Progresividad o de no Regresión de la Ley General de Ambiente Nº25.675, se sigue avanzando sin prisa y sin pausa.

Este postulado / principio de la Ley general de Ambiente establece que en el Derecho Ambiental una vez establecido un avance en la normativa legal, o con lo establecido por la jurisprudencia (sentencias) nada puede retrotraer la ganado.

Con mi poca experiencia en la lucha ambiental veo cosas negativas y positivas. Las negativas son los incumplimiento legales por parte de empresas y particulares de las normas ambientales, y lo más negativo de ello es que los funcionarios públicos responsables “Secretaría de Ambiente” hacen como se dice vulgarmente “la vista gorda”, avalan con su inacción los desastres ambientales de todo tipo que se dan en nuestra provincia, a la vista y padecimiento de todos.

La positivas a mi entender es que Jueces/as de las distintas instancias, tanto en la Justicia provincial como federal tienen conciencia ambiental, y reparan en la medida de sus posibilidades los daños ambientales que se dan a diario.

No todo está perdido, “la lucha que se pierde es la que se abandona”. Esta lucha es el día a día, si aflojamos nos pasan por arriba, hay que ser perseverantes, aguantar todas las piedras que nos ponen a diario empresas con sobrado poder económico y funcionarios inconsecuentes y complacientes, sólo nos queda dejarlos en evidencia y no decaer.

Los desafíos se renuevan a cada momento, siempre aparece algún depredador ambiental, que, escudado en una cuidada y falaz publicidad nos quieren vender espejitos de colores, está en nosotros dejarlos en evidencia y plantarse con todas las herramientas legales que tenemos.
No hay peor cosa para estas empresas y los funcionarios de ocasión que un pueblo movilizado con causas nobles como lo es la ambiental, está en nosotros dejarlos hacer lo que quieran u obligarlos a cumplir la ley.

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