Viene de una época en que las “figuras” del Carnaval no necesitaban portar apellidos, simplemente con decir sus nombres todos sabían de quién se estaba hablando. A ese selecto grupo pertenecen Erna, María Celia, Sonia y nuestra interlocutora.
Abre la puerta, con sencillez y calidez saluda a los cronistas en la febril tarde de febrero y propone hacer un recorrido por su historia carnavalera de 43 años. Las palabras que emplea son justas y adecuadas, su voz las acomoda al interesante relato que atrapa tanto como aquellas pasadas en 25 de Mayo y Urquiza, en la Rocamora y finalmente en el Corsódromo.
“La Tere”, como se la conoce en Gualeguaychú, no necesita presentación y es una referente indiscutible al momento de forma a una futura reina. “Hace 43 años pertenezco al carnaval, empecé a salir a los 14 en “Papelitos Circus Show” recuerda a R2820 la actual coreógrafa de la comparsa Kamarr.
A los 15, poco después que José Luis Gestro le organizara su cumpleaños le llegó su oportunidad de lucirse. “Gracias al director Numa Frutos abrí Kamarr y, en 1984, fui reina del Carnaval. En aquel momento era un título y nada más, diferente a lo que es ahora donde hay mucha responsabilidad y compromiso de por medio”, detalló y agregó que “esa época era apasionante y muy divertida pero también se ensayaba mucho, era una escuela, porque teníamos a dos referentes históricas como Mirta Rodríguez, en Papelitos, y a Nelita Irigoyen en Mari Mari”.
En el bienio 1987-88 la Tere fue pasista junto al uruguayo Rubén “Ojito” Giménez. En los años posteriores desfiló en lugares intermedios como bastonera o dentro de algunas escuadras.
En esa “escuela” la Tere adquirió su prestancia. Tenía una pisada escénica imponente, única y era imposible dejar de mirarla en la pasarela porque siempre llevaba los trajes más lindos.
“Si bien disfruté mucho ser pasista, lo que más valoró fue ser bastonera porque tiene más que ver con mi formación en la danza y amé cuando me tocó abrir Mari Mari durante tres años seguidos porque fueron proyectos alucinantes”, contó.
“En 2007, el tema fue “Amerindia”, en esa edición llevaba un tocado gigante sobre mi cabeza que en verdad parecía un espaldar de lo grande que era. Fue el mejor traje que me tocó usar en el carnaval y muero por volver a lucirlo. Esa primera noche, Adrián Butteri me llevó al primer piso y me mostró el traje. Me quedé impactada porque era increíble y, cuando se me pasó la emoción, lo primero que pensé fue ¿cómo lo voy a llevar?, sin embargo, estaba tan bien fabricado, con los pesos bien distribuidos que era maravilloso”, recordó Tere.
“Al año siguiente hicimos Alejandro Magno donde me tocó interpretar a Olimpia, que era madre. En la coreografía de apertura me escoltaban cuatro “esclavos” que, en un momento, me levantaban sobre un plato y donde tocaba sambar”.
En 2009, Adrián Butteri le tenía reservado un traje sublime y una sorpresa: “me propuso hacer un body paiting y me quedé helada porque ya tenía 43 años y dos hijos. Le pedí pensarlo porque no estaba muy segura de animarme a afrontar esa primera noche que es la que tenes que romper con la timidez. Unos días después le di el sí. Hicimos las pruebas de maquillaje y me sorprendió con dos alas gigantescas cubiertas de plumas de faisán que me hicieron muy feliz”.
Después de casi 30 años en la pasarela, su último desfile fue en 2012. Su mamá Nancy fue quién le abrió la puerta a un mundo de aprendizaje y disfrute. “De chica me mandaba a danza y cuando tuvo que firmar el permiso para ingresar a Papelitos ’81 ella estaba muy feliz, tanto que me acompañó muchos años en este trayecto, sea en la pasarela como en los viajes. En el carnaval fui bastonera de una escuadra y de apertura, pasista y reina. Coreógrafa en Kamarr durante tres años -a dónde ahora regresé- y también lo hice en Mari Mari 2013”, enumeró sobre su trayectoria.
Tanto tiempo vinculada a una actividad favoreció que su entorno se enamorase del Carnaval. “Mis dos hijos también heredaron esta pasión. Mi hija Rebeca participó de mi primer año como coreógrafa y perteneció a la Comisión de Frente de Kamarr, mientras que Juan Manuel, de 24 años, también desfila en el carnaval”.
HACEDORA DE REINAS
Teresita Pighetti es respetuosa y muy íntegra. Por fuera, exhibe la apariencia de una persona firme aunque apenas arranca el trato se devela ese ser cálido, lleno de ternura, de extrema sencillez y cero egos. Esa personalidad es ampliamente valorada en el mundo carnavalero donde personas con esas características no abundan.“Soy asesora de imagen y me apasiona la elección de las reinas”, cuenta con una sonrisa mientras la tarde ya se convirtió en atardecer y la luna menguante despunta sobre avenida Alsina. “Ayudo a preparar a las postulantes para que se luzcan no solo en la pasarela sino también al exponer sus ideas y representar a su club. Entablo una relación muy personal con cada una. Actualmente trabajo con Milagros Reyes que es la elegida de Kamarr, antes fue con Florencia Jurado, Luciana Figueroa, Camila Barbisan, Catalina Rodríguez Biré y Victoria “Vicky” Bachini que fue la primera, entre otras”.
En la preparación de una reina “se tiene largas charlas para generar una relación y conocer su personalidad, pasión y aquello que les gusta. Se enseña cómo caminar una pasarela, posar, la expresión y a bailar o sambar. A su vez, solemos elegir juntas vestuario, calzado y peinado para la noche de la elección de la Reina. En lo único que no me meto es en el tema maquillajes, porque suele ser algo muy íntimo de cada postulante”, afirmó.
EL RETO DE LOS 60 MINUTOS
En las noches de Carnaval, además de los 240 integrantes que componen cada una de las cinco comparsas, hay casi un centenar de asistentes que articulan cada detalle para que ellos se luzcan en la pasarela José Luis Gestro.En los últimos años ese mundo atrapó a la Tere que, junto a Rogelio Fuentes, son los encargados de la puesta en escena de Kamarr y cada noche transita la pasarela cronometrando el desplazamiento, evitando baches, articulando para que el desfile sea una escena teatral a la perfección.
Conviven y articulan a sonidistas, iluminadores, técnicos, operadores de grúas, conductores de carrozas y tocados, maquilladores y costureras. “Es un trabajo en conjunto” describió a R2820.
“El primero que me convocó para esta gran responsabilidad de ser coreógrafa y directora de puesta en escena fue Mario Martínez, tanto en los primeros tres años en Kamarr como en esta edición. En 2013, fue Nelita Irigoyen la que me llamó para Mari Mari”, reconoce Tere.
Sobre la creación de las coreo puntualizó que “empezamos a ensayar en noviembre luego de saber con cuántos integrantes contábamos e hicimos un armado general de secuencias para las escuadras. En los ensayos fuimos probando y adaptando mientras esperamos que salgan los temas musicales y se confeccionen los trajes. Siempre pensamos cómo lo verá el jurado que suele tener una perspectiva diferente a la del público ya que están en un punto elevado desde donde el desplazamiento se ve distinto”.
Este año, con el director Mario Martínez “elegimos a Florencia Jurado como bastonera principal porque queríamos que estuviera integrada a la Comisión de Frente. Justamente, Flor lo está haciendo de forma impecable”. Tere precisa que “se trabajó en conjunto para el armado de cada escuadra, de los personajes destacados que deben teatralizar su pasada y del desplazamiento de las carrozas”.
La planificación se hace teniendo en cuenta un punto importantísimo que son los 60 minutos estipulados por el reglamento para la pasada. “Sabemos que necesitamos llegar a un punto del Corsódromo en un minuto en especial para darle tiempo a la Comisión de Frente o a la batucada para que interactúe con un destaque y coordinar la música para ese acting. Para lograrlo en los ensayos se cuentan los tiempos y se trabaja con los músicos y carroceros”, explicó sobre la tarea que es un nuevo desafío cada noche cuando Kamarr entra en la pasarela.
Como la mayoría de los hacedores del carnaval, Teresita Pighetti opina que el espectáculo “debe apuntar a crecer porque está estancado debido a la situación económica en el país. Nos faltan aquellas tremendas carrozas, esas plumas alucinantes” desliza con cierta añoranza y agrega una luz de esperanza: “quizás, en algún momento, volvamos a ser lo que fuimos”.
La noche no calma el ritmo frenético del tránsito en Avenida Alsina. En la puerta de su casa, la Tere despide a R2820 después de compartir fotos de su álbum de recuerdos y de revolver en su memoria momentos felices a lo largo de más de cuatro décadas en el Carnaval del País.
